Actualmente tendemos a normalizar los significados de algunas palabras erróneamente. Eficacia y eficiencia es un claro ejemplo de ello. En los centros de trabajo suele ser habitual utilizar ambos conceptos, pero la mayoría de las veces, se les atribuye a ambas palabras el mismo significado, cuando en realidad albergan significados completamente diferentes.
Para poder catalogar a los trabajadores correctamente debemos conocer bien la diferencia entre eficacia y eficiencia, ya que podremos encontrarnos con casos de todo tipo.
¿Qué es la eficacia?
Según la RAE: “Capacidad de lograr el efecto que se desea o se espera.”
Esto hace referencia a la capacidad que tienen las personas o empleados para conseguir lo que se proponen independientemente de las herramientas o recursos que tengan que emplear en el proceso.
Por ejemplo, si tienes un reto de hacer 5 tareas en 8 horas, y eres capaz de realizarlo, se te catalogará por ser una persona eficaz, ya que, en el tiempo propuesto, has sido capaz de alcanzar los objetivos propuestos.
De esta manera seremos capaces de ver nosotros mismos si estamos siendo eficaces a la hora de realizar las tareas que nos asignan diariamente en nuestra empresa.
Por otro lado… ¿Qué significa eficiencia?
Según la RAE: “Capacidad de lograr los resultados deseados con el mínimo posible de recursos.”
Definimos eficiencia como una relación directa entre la consecución de los objetivos y las herramientas empleadas en el proceso de ejecución.
En relación con el ejemplo anterior, si el reto propuesto es hacer 5 tareas en 8 horas, y eres capaz de realizarlo con menos recursos que los que podrías haber empleado en el caso anterior, sin ampliar el tiempo estimado o incluso reduciéndolo, en este caso, estarías siendo un trabajador eficiente para la empresa.
¿Cuáles son las principales diferencias entre eficacia y eficiencia?
La principal diferencia la encontramos con la mayor o menor utilización de recursos por parte del trabajador. Por otra parte, hacemos referencia también a que la consecución del objetivo marcado sea completada de manera satisfactoria.
Entonces, ¿Eficacia y eficiencia son incompatibles?
Claro que no, hay que saber diferenciar entre ambos conceptos para no llevar a confusiones. Os ponemos varios ejemplos para que podáis ver vosotros también la diferencia entre ambas nociones de una forma más clara.
Caso 1:
Un trabajador realiza 3/5 tareas en 8 horas utilizando gran cantidad de herramientas y recursos.
En este primer caso estamos ante un trabajador ineficaz, debido a que este empleado no ha sido capaz de realizar las tareas asignadas. Además, tampoco será un trabajador eficiente por que ha utilizado gran cantidad de herramientas para desempeñar esas tres primeras tareas.
Caso 2:
Un trabajador realiza 5/5 tareas en 8 horas utilizando una cantidad considerable de recursos.
En este caso, nos encontramos ante un trabajador eficaz, ya que en el tiempo estipulado ha sido capaz de conseguir realizar las 5 tareas asignadas a ese periodo de tiempo. Pero no podemos asignarle la medalla de eficiencia por que ha utilizado gran cantidad de recursos para el desempeño de las tareas.
Caso 3:
Un trabajador realiza 4/5 tareas en 8 horas utilizando una cantidad mínima de recursos.
Nos encontramos ante un trabajador ineficaz, ya que no ha conseguido completar el número de tareas asignadas. Aunque, por otro lado, ha reducido considerablemente la cantidad de herramientas en comparación con el trabajador del caso 1, por lo que, a pesar de no completar las tareas asignadas, este trabajador ha resultado más eficaz durante su jornada que el trabajador del caso 1.
Caso 4:
Un trabajador realiza 5/5 tareas en 6 horas (habiendo estipulado 8 previamente) utilizando una cantidad óptima de recursos.
En este último caso nos encontramos frente a un trabajador eficaz y eficiente. ¿Por qué ambos atributos? El trabajador del caso 3 ha sido capaz de realizar todas las tareas asignadas, por lo que estamos frente a un trabajador eficaz. Además, ha realizado sus cinco tareas en 6 horas, habiendo estipulado previamente 8 horas. Además, otro factor importante, la cantidad de recursos ha sido óptima frente al trabajador del caso 1, por lo que este trabajador, también es eficiente.
¿Cuál es nuestra conclusión?
Con estos tres ejemplos concluimos que es muy importante diferenciar entre eficacia y eficiencia, y que ambos atributos pueden complementarse o no dependiendo de los factores que se den durante el desarrollo del trabajo.
Una persona eficiente puede ser también eficaz, mientras que no podremos decir que una persona eficaz sea también eficiente. Al igual que podemos encontrar trabajadores eficientes pero ineficaces.
Actualmente, hay muchas empresas que apuestan por la eficacia de sus trabajadores, ya que de esta manera consiguen alcanzar los objetivos propuestos sin la necesidad de aumentar el número de recursos para la consecución de las metas fijadas.
Después de documentarnos y de identificar ambos atributos, sabremos catalogarnos a nosotros mismos en nuestro día a día, y también a los demás, en caso de estar en cargos superiores, para poder aprender a mirar siempre por el bien único de la empresa y sus servicios.
Llegados a este punto, ¿qué atributo es más importante para ti? ¿Eficacia o eficiencia?
Ambos son dos atributos esenciales a la hora de desarrollarnos en el entorno personal y laboral. Es evidente que entre ambos conceptos tan solo podemos encontrar una delgada línea, pero como hemos comprobado hay grandes diferencias entre ambos términos y resultan esenciales para el desempeño satisfactorio de cualquier trabajo o proyecto. De esta manera, podremos autoevaluarnos para alcanzar un nuevo reto: conseguir llegar a ser más productivos y rentables para la empresa donde trabajemos y para nuestro día a día.
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