Lo que debes saber para ser un buen líder

Ser un buen líder no es tarea fácil, por ello, en este post te mostramos diferentes pautas para que puedas llegar a alcanzar tus metas como líder.

El liderazgo es una disciplina que se lleva a cabo en diferentes ámbitos, no solo en el laboral. Por ejemplo, un capitán de un equipo de fútbol, ha de ser un buen líder para todos sus compañeros de equipo, para de esta manera, poder trabajar desde el respeto y conseguir alzar el potencial individual y colectivo hacia lo más alto.

En el ámbito laboral ocurre algo muy similar. En la actualidad, resulta complicado encontrar buenos líderes, sin embargo, cuando des con un buen líder, estamos seguros de que sabrás identificarlo.

¿Qué tipos de liderazgo podemos encontrar?

• Liderazgo democrático. El líder toma decisiones que se basan en los aportes de cada miembro del equipo. Es uno de los más efectivos.
• Liderazgo autocrático. Todo lo contrario del liderazgo democrático. El líder toma decisiones sin recibir aportes de nadie que le informe. No es una técnica del todo efectiva.
• Liderazgo Laissez-Faire. Este tipo de liderazgo se traduce como “déjelos hacer”, los líderes otorgan casi la totalidad de la autoridad a sus empleados.  Es un método eficaz dependiendo de la involucración de los trabajadores.
• Liderazgo estratégico. Suele ser un método muy efectivo. La estrategia se basa en obtener la intersección entre las operaciones principales de la empresa y sus oportunidades de crecimiento.
• Liderazgo transformacional. Es un tipo de liderazgo basado en la transformación para así mejorar las convenciones de la compañía.
• Liderazgo transaccional. Es un método muy común hoy en día. Estos líderes se encargan de recompensar a sus empleados por el trabajo que realizan.
• Liderazgo estilo entrenador. Suele ser un método comúnmente efectivo y consiste en el método que utiliza un entrenador de un equipo deportivo. Este método consiste en identificar y nutrir las fortalezas individuales de cada miembro del equipo.
• Liderazgo burocrático. No suele resultar efectivo. En las empresas que se encuentra instaurado este tipo de liderazgo, los líderes tienden a rechazar las aportaciones de los empleados.

¿Puedo llegar a ser un buen líder?

Llegados a este punto y conociendo todos los tipos de liderazgo a los que nos podemos enfrentar, debemos tener en cuenta que todos podemos llegar a ser líderes, y buenos líderes, en determinadas circunstancias y para determinadas personas. Tendemos a pensar en el liderazgo como una característica de personalidad, sin embargo, no es así.

Las personas que conocemos como líderes, se atribuyen dicho cargo en un momento determinado, es decir, fuera de ese contexto, estas personas dejan de ser líderes para convertirse en compañeros.

No debes buscar tener cualidades de líder sino buscar cómo potenciar tus propias variables en unas determinadas circunstancias, ¿en qué circunstancia puedes ser el mejor líder?

Autoridad vs liderazgo

Nunca debemos atribuir el mismo significado a dos palabras tan diferentes.

Cuando hablamos de autoridad, estamos hablando de una definición bastante agresiva. Nada más y nada menos que “facultad de mandar y la obligación correlativa de ser obedecido por otros.” Mientras que cuando nos referimos al liderazgo empresarial, lo entendemos como un proceso o habilidad por el que una persona puede llegar a influir en los demás para conseguir unos objetivos definidos.

¿Cómo detectar un buen líder?

Generalmente, un buen líder es una persona humilde, que predica mucho con el ejemplo, que tira para adelante, que tiene mucha fuerza. El líder se cansa, como todas las personas, pero se caracteriza por sacar fuerzas de donde no las hay.

Siempre se dice que los buenos líderes nos convencen de que lo que es bueno para nosotros es bueno para el equipo, hablan en plural, e inculcan un sentimiento de pertenencia al grupo para que todos los trabajadores remen en la misma dirección.

¿Conoces la importancia de la presencia afectiva?

La presencia afectiva es un rasgo de personalidad que implica que la presencia de una persona tiende a provocar emociones positivas o negativas en las personas que interactúan con dicha persona.

¿Cómo es esto posible? Hay dos cosas que van muy ligadas al plano emocional: saber escuchar y saber preguntar

Las personas dejamos una especie de huella emocional en los demás. Casi todo el mundo está de acuerdo cuando se habla, de que una persona transmite buen rollo, nerviosismo o miedo. Esto ocurre porque hay una especie de clima emocional a nuestro alrededor, independientemente de cómo nos sintamos nosotros.

La presencia afectiva consiste en un clima emocional. Conocer, generar y trabajar un clima determinado es algo muy importante para comenzar a poner en práctica el liderazgo. Dependiendo del tipo de liderazgo que quieras impartir, deberás crear un clima con diferentes características.

¿Qué cualidades debe tener un buen líder?

• Flexibilidad: un buen líder debe saber adaptarse a la situación que nos rodea. Debemos tener un punto de aproximación a la realidad cambiante que vivimos.
• Coraje: un motor para la vida. Que tenga la capacidad de enfrentarse a cualquier tipo de situaciones.
• Resiliencia: Similar al coraje, capacidad de superar situaciones difíciles para dejarlas atrás. Los líderes también caen, un buen líder debe saber levantarse siempre una vez más.
• Aproximación a las personas. Es muy importante sentirnos vivos para así transmitir la fluidez a nuestro equipo. Los grandes resultados se consiguen en equipo, por ello debes conseguir que el equipo fluya.
• Apertura a la diversidad, los buenos líderes creen que todo el mundo puede aportar desde diferentes sitios
• Motivación. Debes tener en cuenta que no todas las personas funcionan con los mismos incentivos, deberás identificar como motivar a cada uno de los miembros del equipo. De esta manera, conseguirás que cada miembro del equipo funcione en base a sus intereses, pero siempre con el objetivo de alcanzar una meta común.
• Acción. No debes estancarte en el mundo de las ideas.

Llegados a este punto, llegamos a la conclusión de que un buen líder no siempre es bueno en todas las facetas de su vida, como sabemos, no en todas las disciplinas somos un 10. Un buen líder laboral puede ser un desastre liderando un equipo de fútbol, y viceversa. Por ello, debemos sacar el potenciar de cada uno y exprimirlo en el terreno adecuado para poder rendir al máximo.